SIN TÍTULO 1
De esos polvos desérticos / cuando no tuvo tiempo de pensarse / había
crecido sin saberse efecto / o quizá en supremo causa / como si su espacio
hubiese querido mostrarse ante su insignificancia / y desde esa insignificancia
hubiese podido nombrarse a sí mismo. / De la luz que quiso ser vista había
apartado para siempre su oscuridad / hallándose eternamente desnudo / mientras
participaba de ese gran viaje en el vacío.
SIN TÍTULO 2
Su albura no fue más que el silencio que lo vistió de oscuridad / no
pensándose innumerable se echó al andar / desde su principio que no fue en su
hogar / le sucedió el miedo de quedarse en aquello / como si finalmente el
hogar fuese quien primero se hastiase. / Supo amar e idolatrar a aquello que le
engendró desde el momento en que le despertó el alba / y ahora bien, como si
hubiese de pronto llegado el ocaso a su memoria / no ha parado de quedarse en
el mismo hoyo / haciéndolo más enorme que su entendimiento.
SIN TÍTULO 3
Es de sí / de quien vino el todo. Es / él, entonces que vino de la nada
para sumergirse en todo / y ese todo no fue guardado sino en su absoluto ser /
que no es el mismo que lo mantiene dejando huellas. / Es esa memoria absoluta /
y no él, quien apenas es un instante en aquello que no fue y no será / antes ni
después de que él llegue o se marche. / Es aquel eterno moverse que suscita el
principio / y el final de la cualidad más magnífica de lo que ocupa un lugar en
el vacío.
SIN TÍTULO 4
Lo que se va no estuvo aquí / sino para horadar el instante de lo que
avanza / antes de que lo inusitado
empiece a multiplicarse y a moverse por sí mismo /y, sea ‘él’ / al fin, quien
defina sus pasos entre los límites de su espacio / mientras lo que no tiene
prisa pase a través de él / en su indefinido avance. / Y, es él y los varios
que vinieron de la misma hondura del desorden / que con tenacidad transitan lo
que no se detiene / ordenando el caos.
SIN TÍTULO 5
Dejándose llevar en el
tiempo / procura una distancia de sí mismo / cual fuese que no pudiese –tan
solo –consigo existir / y se ha adaptado a su suelo / como si este fuese su
principio y su final. / Corre en círculos a fin de dar más pisadas en su inexplicable
andar / como si las huellas que dejó permaneciesen en comparación suyo / cual
el avance de ese andar lo llevase a terminar con su eterna ansiedad. / Y sigue
aquí / aunque hace mucho se ha marchado al encuentro consigo mismo / cuando ya
sea apenas un rayo invisible.
SIN TÍTULO 6
Avanza sin dudar de la distancia que lo separa de su propio límite / como
si nunca fuese a acabársele el camino o ‘él’ / sino apenas su suelo y su
cuerpo. / Muere de vez en vez / y, sin embargo / aún se mueve sobre la
superficie de su hogar / cambia de color y de forma / está aquí y (pronto
estará) allí. / Cual sin él o sin ellos como él / esto que fue forjándose desde
la explosión / no pudiese existir. / Está en él
o en ellos / que volverán a ser uno / al desprenderse de su color y su
forma / vagando en su eternidad, hasta repetir el ciclo.
Mine.